Fani Willis, la fiscal de distrito del condado de Fulton, persistirá en su objetivo de llevar a juicio a Donald Trump antes de las elecciones de noviembre y tiene la intención de solicitar al juez que preside el caso penal de Georgia que programe una fecha para el juicio lo más pronto posible, posiblemente este verano, según tres fuentes familiarizadas con su estrategia.
Esta decisión representa un movimiento audaz dadas las dificultades que enfrenta Willis para reactivar el caso después de un desvío de dos meses que expuso aspectos vergonzosos de su vida personal, socavando su credibilidad ante el juez Scott McAfee y dejándola políticamente vulnerable antes de su próxima reelección en noviembre.
Willis sorteó por poco ser descalificada debido a su relación romántica con el fiscal principal, Nathan Wade, quien renunció el viernes pasado tras una severa reprimenda de McAfee, quien cuestionó públicamente las decisiones de ambos. El miércoles, McAfee accedió a las solicitudes de Trump y sus coacusados para presentar una apelación, lo que significa que aún existe la amenaza de descalificación para Willis.
Los republicanos de Georgia continúan investigando las acusaciones de que Willis se benefició económicamente de su relación con Wade. Un comité del Senado estatal podría emplear su poder de citación para obtener nueva información y planea reunirse en varias ocasiones más para escuchar a testigos adicionales.
La semana pasada, el gobernador republicano Brian Kemp firmó cambios en la ley que otorgan a una comisión estatal la capacidad de investigar a Willis y la autoridad para destituir o sancionar a los fiscales estatales.