Se estableció un centro de acogida en el centro de Conyers para las personas que fueron desplazadas por el tornado.
Mike Yoder, un residente de Conyers, describió la escena en su vecindario, donde varios árboles derribaron casas. A pesar de los daños en su propia propiedad, Yoder y su congregación en la Iglesia Metodista de Conyers First sintieron la necesidad de ayudar a aquellos afectados por el tornado EF-2.
Decidieron abrir las puertas de su iglesia a la Cruz Roja para que utilizaran el espacio como refugio para cualquier persona que necesitara un lugar seguro tras la tormenta.
El refugio está destinado tanto para aquellos que sufrieron daños graves en sus hogares como para aquellos que se quedaron sin electricidad y necesitan resguardarse del frío. Bill Allocca, de la Cruz Roja, explicó que la organización se preparó con antelación para ofrecer refugio y recursos esenciales a la comunidad afectada.
Equipados con camas y alimentos, el refugio ofrece asistencia a los residentes del condado de Rockdale durante este momento difícil.
Allocca enfatizó el compromiso de la Cruz Roja con la comunidad y su dedicación para ayudar a las personas afectadas durante este desastre natural.
El refugio permanecerá abierto hasta que todos los residentes encuentren un lugar seguro donde alojarse.