El diseñador de moda sacó al mercado una casa en Miami y otra en Connecticut, donde cuenca con patrimonio de al menos 7 villas.
El pasado enero, Hilfiger se deshizo de una mansión en Greenwich, Connecticut, situada a menos de una hora al norte de Nueva York. Como contó unos meses antes, en septiembre, al diario Wall Street Journal, su intención era emigrar a tierras más cálidas junto a su esposa, Dee Ocleppo.
Connecticut, situado muy cerca del bullicioso Manhattan, pero mucho más tranquilo que Nueva York, se había convertido en destino del magnate.
La casa salió a la venta por 47,5 millones de dólares, pero Hilfiger, que parecía tener cierta prisa ha terminado por aceptar una oferta de 45 millones. Aunque no consiguió tanto dinero como pretendía, sí que ganó con respecto a su compra, que realizó en 2010 por 31,4 millones.
El diseñador de modas actualmente ha decidido cambiar otra de sus propiedades, que había salido al mercado por 24,5 millones de dólares por otra, también de dos plantas, en el sur de Florida junto al club de campo de Palm Beach. Les ha costado nueve millones de dólares y tiene unos 220 metros cuadrados.