Michael J. Fox, conocido por “Family Ties” y la saga cinematográfica “Back to the Future“, narra su historia en un documental que se estrena este viernes y que, según el actor, es principalmente divertido.
A los 29 años, fue diagnosticado con Parkinson, lo que lo llevó a una espiral de consumo de pastillas y alcohol de la que logró salir con el apoyo de su esposa, Tracy Pollan.
A pesar de su enfermedad, Fox continuó trabajando y utilizó el humor como una herramienta para enfrentar los desafíos.
El documental abarca más de cuatro décadas de su vida, desde sus inicios como actor hasta el presente.
Fox evita el victimismo al abordar su enfermedad y destaca cómo ha impulsado su creatividad y emociones para contar historias, incluso sobre sí mismo.
La película, presentada en el festival South by Southwest, captura el espíritu de los años 80 y busca mostrar la faceta optimista de Fox.
El director describe a Fox como una persona divertida y fácil de empatizar, llena de optimismo y en búsqueda de los aspectos brillantes de la vida.
Aunque Fox se ha convertido en un ícono por sus interpretaciones, destaca que lo que más le ha marcado en su trayectoria son las personas con las que ha trabajado.