La cantante estadounidense Lizzo rompió este jueves su silencio y se defendió de lo que calificó como las acusaciones “increíbles” de tres exbailarinas de su equipo, que le han denunciado por supuesto acoso sexual y crear un ambiente de trabajo hostil.
En un mensaje en las redes sociales la intérprete de “Truth Hurts” explicó que los últimos días han sido “difíciles de forma desgarradora” y “abrumadoramente decepcionantes” para ella.
“Mi ética de trabajo, moral y respeto han sido cuestionados”, lamentó la artista, quien agregó que normalmente no suele responder a “alegaciones falsas”, pero que en esta ocasión las acusaciones son tan “increíbles” y “escandalosas” que no quiere dejarlo pasar.
“Estas historias sensacionalistas provienen de exempleadas que ya han admitido públicamente que durante la gira se les dijo que su comportamiento era inadecuado y no profesional”, precisó Lizzo.
Las exbailarinas de su equipo que le han denunciado alegan que la cantante -quien se ha posicionado repetidamente a favor de respetar la diversidad corporal- hizo comentarios sobre el aumento de peso de una de ellas y añadieron que experimentaron otros episodios de acoso sexual, religioso y racial durante su estancia en la compañía.