En medio de un intento de boicot por parte de su exesposo, Britney Spears logró concretar su boda con Sam Asghari.
Cuando Britney Spears anunció en septiembre que se daría el ‘sí,quiero’ con Sam Asghari solo los invitados conocían la fecha definitiva del enlace, pero hace unos días se filtró que, finalmente, la boda tendría lugar ayer, 9 de junio, en una ceremonia íntima celebrada en la ciudad del estado de Ventura, Thousand Oaks, en California.
Hasta este enclave fueron llegando los invitados y, aunque pocos son los detalles que han trascendido por el momento del esperado enlace, se han filtrado imágenes de personalidades tan reconocidas del panorama artístico internacional como Paris Hilton, Selena Gomez, Drew Barrymore o, incluso, la diseñadora Donatella Versace, quien, como ya adelantó la propia Britney en su perfil de Instagram, diseñó el vestido de novia. Todas las asistentes que hemos podido ver hasta el momento escogieron el color negro como protagonista de sus looks de invitada.
El atuendo de Britney todavía no ha salido a la luz, pero sí que se conoce que llegó a la ceremonia por todo lo alto en una carroza estilo Cenicienta tirada por un caballo blanco. Lo hizo tan solo unas horas antes de que un altercado ocurriera haciendo peligrar el enlace y de que los guardias de seguridad tuvieran que intervenir en el mismo, ya que la ex pareja de la cantante, Jason Alexander, intentó arruinar el día al matrimonio colándose en el lugar de celebración, saludando a los invitados y afirmando querer interrumpir la boda por haber sido el primer marido de Britney Spears.
A pesar de que finalmente fue arrestado, él mismo fue el encargado de transmitir la ejecución de su plan en sus historias de Instagram. Aunque Jason Alexander y Britney Spears estuvieron casados tan solo 55 horas, anulándose su compromiso en el año 2014, el ahora marido de la estadounidense, Sam Asghari, lleva ya cinco años de relación con ella.
Desde que Britney consiguiera la libertad tutelar del #FreeBritney que la despojaba de los límites impuestos por su padre, James Parnell Spears, Britney está viviendo una nueva vida. Vacaciones, un embarazo (que ella misma anunció en Instagram) y, ahora también una boda que da el pistoletazo de salida a una nueva etapa en la que promete continuar sorprendiéndonos con cada uno de sus pasos.