Britney Spears ha llegado a un acuerdo en su batalla legal con Jamie Spears, su padre. Según las últimas informaciones del portal especializado TMZ, no es que Britney no recibirá compensación económica alguna, sino que además tendrá que ser ella la que cubra las facturas legales de su padre, que ascienden a más de dos millones de dólares.
Este desenlace se produce después de que Mathew S. Rosengart, abogado de la cantante, asegurara que tenían un caso bien fundado y que el patriarca de la familia no tenía opciones de salir victorioso. Sin embargo, tras un extenso y complicado proceso legal, se ha determinado que Britney es responsable de los gastos legales en los que incurrió su padre durante el litigio.
Las acusaciones que se habían vertido contra Jamie eran de mal manejo y desfalco de los importantes bienes de su hija durante los 13 años en que él fue su tutor.
El acuerdo se cerró discretamente, pero fuentes cercanas al caso han revelado a TMZ que Britney está muy enfadada con el resultado. La postura de su progenitor siempre ha sido que sus acciones para con el dinero de su hija fueron aprobadas por el juez del caso, argumentando que todo estaba dentro de la legalidad. Este punto fue crucial para el desarrollo y resolución del asunto, que finalmente se decantó a favor de Jamie, lo que se considera una importante victoria para él.
Aunque Britney Spears debe hacer frente ahora a esta carga financiera, su abogado Rosengart ha indicado que la cantante ha conseguido “total libertad” en lo que respecta a este asunto legal. “Ya no tendrá que asistir ni participar en los tribunales ni verse enredada en procesos judiciales relacionados con este caso”, ha declarado el letrado.
La estrella fue puesta bajo tutela judicial en 2008 y su padre ejerció de tutor durante la mayor parte de los 13 años que duró el acuerdo, supervisando y controlando todas las finanzas y decisiones médicas de su hija adulta.