El episodio parece sacado de una de las películas que el actor canadiense acostumbra a protagonizar, pero carece de ficción y rebosa realidad. Un grupo de individuos con pasamontañas ha irrumpido en el hogar de Keanu Reeves, aprovechando que el intérprete de John Wick se hallaba fuera de su domicilio, para acometer un robo que ha tenido por botín principal parte de una colección de armas de fuego.
La historia ocurrió el pasado miércoles y la ha sacado a la luz TMZ. Todo comenzó con una llamada anónima a la policía de Los Ángeles: eran las siete de la tarde y se sospechaba que un intruso se hubiese colado en la propiedad de Reeves. Allí acudieron las autoridades y peinaron la zona. No había nadie, tampoco sospecha alguna de que pudiera ocurrir nada. Eso parecía. Y se fueron. Horas más tarde, a la una de la madrugada, la alarma de la casa comenzó a sonar de forma estridente. Había alguien dentro.
Confusos, los agentes chequearon las cámaras de seguridad hasta dar con el retrato audiovisual de la escena. Varios hombres encapuchados se acercaban a una ventana, la rompían y entraban con todo al interior; cuando los policías llegaron a la zona ya era tarde. Los asaltantes se habían ido. No les quedó más que apretar los puños. Y desde entonces el trabajo está siendo exhaustivo: todas las cámaras de la casa y del vecindario están a disposición de las autoridades, que no cesan en su empeño de buscar pistas adicionales.
No se fueron con las manos vacías. Aunque todavía no se ha confirmado qué sustrajeron exactamente de la casa de Reeves, sí les fue posible identificar a las autoridades que poseían armas de fuego en el momento de la huida. Es bien conocido que el mítico actor posee una colección de armas de fuego en el inmueble en el que habían incursionado los ladrones, lo que ha llevado a los primeros reportes a señalar que, en efecto, las pistolas que llevaban en la salida los desconocidos individuos podrían pertenecer a la citada galería armamentística.