Informes recientes indican que Sam Asghari, el esposo de Britney Spears, habría estado involucrado en engaños y enfrenta acusaciones de acoso sexual.
Ashley Franke, quien era entrenada por Sam, lo ha señalado como una persona deshonesta y afirma poseer pruebas que demuestran que él habría estado engañando a Britney a lo largo de su relación.
Según Ashley, planea entregar estas pruebas a la abogada de Britney y busca que se haga justicia debido a sus acciones oportunísticas. Además, está invitando a cualquier persona que haya sido víctima de acoso por parte de Sam a hablar de forma anónima.
Según su testimonio, Sam tenía el objetivo de volverse famoso y recibía respaldo de sus colegas en el Royal Personal Training. Ashley sostiene que rechazó numerosas solicitudes de Sam que eran constantes y molestas, lo que la llevó a cambiar de gimnasio debido a que nunca se sintió segura.