Walt Disney World puso en pausa recientemente un mandato que forzaba al personal de sus parques temáticos en Florida a vacunarse contra el COVID-19.
El hecho ocurre días después de que el gobernador Ron DeSantis firmara una ley estatal que prohíbe a los empleadores obligar a sus trabajadores a inmunizarse.
A finales de julio, Disney pidió a sus empleados que recibieran sus inyecciones a más tardar para finales de octubre.
En una declaración por correo a el Nuevo Herald, un portavoz de la empresa dijo que “más del 90 por ciento de los miembros activos del elenco con sede en Florida ya han verificado que están completamente vacunados” gracias a su requisito.
“Creemos que nuestro enfoque de las vacunas obligatorias ha sido el correcto, ya que seguimos enfocándonos en la seguridad y el bienestar de nuestros miembros del elenco e invitados”, escribió el portavoz al Herald.
La ley firmada por el gobernador impide que las empresas tengan mandatos de vacunas a menos que permitan a los trabajadores puedan proveer razones médicas, citar creencias religiosas, demostrar que tienen inmunidad de una infección previa, realizarse pruebas periódicas o acordar usar equipo de protección.
También impide que las entidades gubernamentales, incluidos los distritos escolares, pongan en marcha mandatos relacionados a la vacunación.