El expresidente Donald Trump y el líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, presentaron el viernes una nueva legislación para evitar que las personas que no sean ciudadanos estadounidenses puedan votar, a pesar de que la práctica ya es ilegal y rara vez ocurre.
Johnson afirmó que los republicanos de la Cámara Baja presentarían un proyecto de ley para exigir una prueba documental de la ciudadanía a la hora de registrarse para votar, durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago (Florida) junto a Trump, a la vez que trata de defenderse de la amenaza que representa el ala más radical de su partido.
“Parece de sentido común, estoy seguro de que todos estaremos de acuerdo en que sólo queremos que los ciudadanos estadounidenses voten en las elecciones de Estados Unidos”, indicó Johnson, y sugirió falsamente que “mucha gente” se está registrando para votar cuando obtiene beneficios sociales.
Ya es delito registrarse o votar como no ciudadano en todas las elecciones estatales y federales, aunque Washington D.C. y un puñado de municipios de California, Maryland y Vermont permiten el voto de los no ciudadanos en las elecciones locales.
Y son pocas las personas que infringen esas leyes.
Tanto el registro para votar como la emisión del voto dejan un rastro de papel que los funcionarios electos están obligados por ley a revisar rutinariamente. Algunos registros también están a disposición del público.