El expresidente Donald Trump (2017-2021) salió este martes del tribunal de Nueva York y se reunió con un grupo de bodegueros (dueños de tiendas de barrio), en su mayoría latinos, afectados por una ola de robos y violencia que ha costado la vida a trabajadores y clientes.
Tras la segunda jornada de selección del jurado para su juicio penal, Trump se dirigió a Harlem, continuando con su campaña electoral de cara a las elecciones de noviembre, y visitó la bodega Blue Moon, donde en 2022 el empleado dominicano José Alba apuñaló y mató a un hombre durante un aparente intento de asalto.
Alba, que no estuvo hoy para recibir a Trump, fue acusado de asesinato, lo que causó indignación entre los bodegueros y otros sectores, que, como él, argumentaban que actuó en defensa propia.
Los cargos contra el trabajador, que pasó seis días en la cárcel de Rikers, fueron desestimados poco después por la Fiscalía de Manhattan tras finalizar una investigación.
Trump, candidato republicano no oficial para las presidenciales, fue recibido por un nutrido grupo que le esperó exclamando “Amamos a Trump”, una expresión de afecto que le hizo voltearse y alzar el puño cerrado en señal de victoria mientras hablaba con la prensa.
El exmandatario fue recibido por el presidente de la Asociación de Bodegas y Pequeños Negocios, el dominicano Francisco Marte, quien dijo apreciar la visita en un comunicado en el que criticó que los legisladores estatales de Nueva York se niegan a endurecer el castigo a los ladrones reincidentes.
La ola de violencia en las bodegas (tiendas de barrio), en su mayoría propiedad de dominicanos, ha llegado a un punto en que un grupo de estos pequeños comerciantes decidió hacerse con armas de fuego y entrenarse en su uso para defenderse de los delincuentes.