El algoritmo de Instagram ayuda a conectar y promover una vasta red de cuentas dedicadas a la pedofilia y compra de contenido sexual de menores, según una investigación conjunta de The Wall Street Journal (WSJ) e investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Massachusetts Amherst.
Instagram, red social muy popular entre los adolescentes, no solo aloja estas actividades, sino que sus algoritmos los promueve.
Los investigadores descubrieron que Instagram -que tiene más de 1.300 millones de usuarios- permitía a las personas buscar etiquetas explícitas y en ocasiones hasta emoticonos que los conectaban a cuentas que usaban los términos para anunciar la venta de material sexual infantil y “reuniones” con los menores.
La promoción de contenido sexual de menores viola las reglas establecidas por Meta, así como las leyes de EE.UU.
Meta reconoció los problemas dentro de sus operaciones de cumplimiento y dijo al WSJ que ha establecido un grupo de trabajo interno para abordar los problemas planteados.