John Barnett trabajó durante 32 años en Boeing y se hizo conocido por expresar de manera constante su preocupación por los estándares de seguridad en la empresa en la producción de aviones. Se jubiló en el 2017.
De acuerdo con BBC Mundo, desde el 2010 se desempeñó como gerente de calidad en la planta de North Charleston, donde se fabrica el Boeing 787 Dreamliner, un avión de pasajeros de última generación utilizado principalmente en rutas de larga distancia.
En el 2019, Barnett le dijo a la BBC que los empleados de Boeing con exceso de trabajo en su planta de Carolina del Sur con frecuencia instalaban piezas de calidad inferior en los aviones. También manifestó que descubrió graves problemas con los sistemas de oxígeno, lo que podría significar que una de cada cuatro máscaras de respiración no funcionaría correctamente en caso de emergencia.
Barnett aseguró a la BBC que poco después de empezar a trabajar en Carolina del Sur, le empezó a preocupar que la urgencia por fabricar nuevos aviones precipitara el proceso de montaje y pusiera en peligro la seguridad.
También contó a la BBC que los trabajadores no habían seguido los procedimientos previstos para rastrear los componentes a través de la fábrica, lo que habría permitido que desaparecieran componentes defectuosos.
Además, afirmó que, en algunos casos, incluso se habían cogido piezas de mala calidad de los contenedores de chatarra y se habían instalado en aviones que se estaban construyendo para evitar retrasos en la cadena de producción.
Dijo que había advertido a los directivos de esos problemas, pero la empresa no había tomado ninguna medida.
Boeing negó las afirmaciones de Barnett, pero una investigación de seguimiento realizada por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos dio crédito a algunos aspectos de sus acusaciones. Un informe encontró que más de 50 piezas no pudieron ser rastreadas y se perdieron en el sistema de la empresa, informó Univisión.
Tras jubilarse, Barnett emprendió una acción legal contra la empresa. La acusó de denigrar su reputación y de obstaculizar su carrera por los problemas que había señalado, acusaciones que Boeing rechazó.