Los caucus de Iowa del pasado lunes redujeron las primarias republicanas a la Casa Blanca a solo tres candidatos: Donald Trump por un lado y por el otro Nikki Haley y Ron DeSantis, que buscan eliminarse uno al otro para quedarse solos con el expresidente.
En Iowa, Trump arrasó con un 51 %, seguido por DeSantis con el 21,2 % y Haley con un 19,1 %. Vivek Ramaswamy, que suspendió su campaña y apoyó a Trump después de los caucus, obtuvo un 7,7 %.
Trump, DeSantis y Haley miden sus fuerzas este martes en Nuevo Hampshire, en Nueva Inglaterra, la segunda parada de las primarias republicanas.
Había cierto consenso entre analistas que el 50 % de los votos en Iowa representaba una barrera psicológica que, si Trump superaba, asestaba un primer golpe a las primarias. Así fue.
El día después de los caucus, el senador Ted Cruz dio su apoyo a la campaña presidencial de Trump. Con él, más de la mitad de los republicanos en el Senado -25 de 49- se han cobijado ya en el expresidente.
A pesar de que Trump fue el candidato que dedicó menos tiempo a hacer campaña en Iowa, dejó claro que sigue controlando la base y el partido en la primera oportunidad que se le presentó.
Después del buen sabor de boca que le dejó la victoria, el mismo martes Trump probó la que será la cruda realidad de su campaña: la mezcla de mítines y tribunales.