Una mujer que fue sentenciada a cadena perpetua por arrojar a sus dos hijos desde un puente murió en la cárcel donde estaba retenida, cumpliendo con su sentencia.
Las autoridades informaron que Amanda Stott-Smith, de 45 años, fue encontrada muerta en su celda en el centro penitenciario de Coffee Creek en Wilsonville el domingo por la mañana y hasta el momento se desconoce la causa de su muerte.
Stott-Smith fue condenada a cadena perpetua en 2010, un año después de que fuera acusada de arrojar a su hijo de 4 años y a su hija de 7 desde el puente Sellwood en Portland.
Su hijo murió y su hija sobrevivió. En aquel momento, Stott-Smith dijo que el acto era una venganza contra su marido, de quién estaba separada.
Se realizará una autopsia para determinar la causa de su muerte.