Durante las últimas semanas, contratistas federales estadounidenses se la han pasado construyendo dos nuevos muros fronterizos de 30 pies cerca del parque de la amistad. Y es precisamente debido a la obra que migrantes han encontrado una entrada más fácil de Tijuana a Estados Unidos.
“El viejo muro ya se tumbó, y el nuevo muro no se ha levantado”, dijo John Fanstil, parte de los amigos del parque de la amistad, una organización que luchó en contra de la construcción del nuevo muro en la zona. “Me da más pena y más tristeza la realidad de la construcción y el cambio en el parque”.
Pero esta construcción la han aprovechado familias migrantes y refugiados buscando asilo. Pues por ahora es solo una cerca de alambre la que divide ambos países.
“Se quedan aquí por algunas horas, a veces por un día o más. Algunos vienen enfermos, vienen con hambre, tienen sed”, explicó Pedro Ríos, activista proinmigrante del Comité de Amigos Americanos de San Diego.
De hecho, organizaciones comunitarias que brindan apoyo humanitario, señalaron que agentes han liberado a más de 6,000 migrantes en diferentes centros de tránsito del condado de San Diego en menos de dos semanas.
“Es un síntoma de la urgencia y la extremidad de las circunstancias en las que se encuentran los migrantes”, comentó Fanestil, quien dijo que una vez que terminen de colocar los muros de 30 pies, los migrantes seguirán encontrando la manera de cruzar a Estados Unidos.