Expertos legales dicen que la acusación presentada por el fiscal de Nueva York, Alvin Bragg, contra el expresidente Donald Trump tiene cuestiones legales novedosas que hacen que la acusación sea arriesgada pero no imposible.
Trump es investigado por supuestamente falsificar registros empresariales para ocultar pagos por silencio relacionados con la campaña electoral de 2016.
Aunque algunos especialistas han expresado escepticismo sobre la forma en que Bragg presentó sus acusaciones, otros han subrayado que tiene un caso que plausiblemente podría terminar en un veredicto de culpabilidad y que sus teorías legales son sólidas.
“Hay algunos riesgos y complicaciones, pero también creo que hay un camino hacia la condena”, analizó Cheryl Bader, exfiscal federal y docente de Derecho y Procedimiento Penal en la Universidad de Fordham.
Los 34 cargos contra Trump son delitos menores, pero Bragg los presentó como delitos graves que requerirán que su equipo demuestre que los registros fueron falsificados con la intención de ocultar o promover otro delito, según medios locales.
“Pero cuando tienes este extraño estatuto local, en el que para probar un delito tienes que demostrar que había la intención de cometer otro, pensarías en ser muy específico”, aclaró Robert Kelner, abogado especializado en derecho político y electoral.
Los fiscales tendrán que apuntar a otro posible delito que Trump estaba tratando de promover u ocultar cuando supuestamente falsificó la forma en que se registraron los pagos de su exabogado Michael Cohen.