La propuesta de ley del congresista demócrata Mark Takano busca reducir la semana laboral estándar de 40 horas a 32 horas en Estados Unidos.
Esto implicaría una mejora en la remuneración a partir de las 32 horas y fomentaría que los empleadores contraten más personal o aumenten los salarios.
La propuesta solo aplicaría a los trabajadores no exentos que reciben pago por hora y un extra a partir de las 40 horas semanales.
Aunque enfrenta obstáculos para avanzar en el proceso legislativo, ha generado un debate sobre la importancia de la flexibilidad laboral y el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Defensores argumentan que la tecnología ha aumentado la productividad sin beneficiar a los trabajadores, y que reducir la semana laboral no sería logísticamente ni económicamente problemático.
Algunas experiencias piloto de la semana laboral de 32 horas han arrojado resultados positivos, como el aumento de ingresos y la mejora en el bienestar de los trabajadores.