La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos liderará la investigación sobre la explosión del cohete Starship de SpaceX durante su primer vuelo de prueba, que se llevó a cabo el jueves.
“El regreso al vuelo del vehículo Starship/Super Heavy se basa en que la FAA determine que cualquier sistema, proceso o procedimiento relacionado con el percance no afecta la seguridad pública”, se lee en un comunicado oficial.
La FAA otorgó una licencia a SpaceX para el lanzamiento después de más de 500 días de análisis.
La entidad verificará que se hayan cumplido los requisitos de seguridad pública y que se esté llevando a cabo una investigación sólida para determinar la causa del percance.
Según reportes locales, no hubo heridos ni daños a la propiedad pública.
El cohete Starship de SpaceX explotó durante su segundo intento de prueba. A pesar del fracaso, la empresa consideró positiva la prueba ya que permitió a los ingenieros aprender y mejorar la confianza en el aparato.
Elon Musk, dueño de SpaceX, felicitó a su equipo y animó a continuar trabajando en el proyecto que tiene como objetivo llevar humanos a la Luna y Marte.
La nave mide 120 metros de altura y puede cargar de 100 a 150 toneladas de carga.
Cuando esté en pleno funcionamiento, Starship podrá transportar hasta 100 personas en vuelos interplanetarios de larga duración.