La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha asegurado este sábado que Rusia se enfrentará a costes económicos “sin precedentes” si decide finalmente invadir Ucrania, lo que acarrearía una batería de sanciones “rápidas, severas y solidarias” contra individuos, instituciones financieras e industrias clave del país.
“Impondremos sanciones financieras de gran alcance, controles de exportación y apuntaremos a quienes son cómplices, ayuden o instiguen una invasión no provocada”, ha avisado la vicepresidenta de Estados Unidos durante su comparecencia en la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
“Que nadie se llame a engaño: la imposición de estas medidas infligirá un daño enorme a los responsables”, ha indicado la vicepresidenta.
Asimismo, Harris ha insistido en que Rusia continúa haciendo un ejercicio de “desinformación, mentiras y propaganda” por el que, asegura, el Kremlin alegará ignorancia e inocencia” mientras crea un “pretexto falso para la invasión”. “Un libro de jugadas”, ha apostillado, “que todos conocemos demasiado bien”.
La vicepresidenta, además, ha confirmado el envío de 6.000 soldados estadounidenses a Rumania, Polonia y Alemania pero ha afirmado que las fuerzas estadounidenses no lucharán dentro de Ucrania, si bien “defenderán cada centímetro del territorio de la OTAN”.
A pesar de los anuncios de retiradas de tropas rusas en la frontera, el presidente estadounidense Joe Biden afirmó el viernes estar “convencido” de que Putin ha decidido invadir Ucrania y que la multiplicación de incidentes en el este de ese país busca crear una “falsa justificación” para lanzar su ataque en la semana o los días venideros. Pero mientras no se produzca una invasión, “la diplomacia es siempre una posibilidad”, dijo Biden anunciando un encuentro entre su secretario de Estado Antony Blinken y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, el próximo jueves.
Washington estima que Rusia dispone de 190.000 efectivos en las fronteras y el territorio de Ucrania, contando las fuerzas rebeldes separatistas.
El Pentágono aseguró el viernes que un 40-50 % de las tropas rusas están “en posición de ataque” y que los incidentes en la línea del frente forman parte de “una campaña de desestabilización de Ucrania” previa a una invasión.
Rusia no ha divulgado el número de soldados desplegados en las fronteras con Ucrania o en las maniobras conjuntas con Bielorrusia.