La Oficina del Sheriff del condado de Pershing, en el norte de Nevada, informó este sábado de que investiga una muerte en el festival Burning Man, donde miles de personas están atrapadas por las fuertes lluvias en el desierto de Black Rock. A los asistentes se les ha recomendado “refugiarse y permanecer en el lugar”, además de conservar los alimentos y el agua que tuvieran disponibles.
La muerte ocurrió “durante las lluvias”, según la Oficina del Sheriff, que no aclaró quién es la víctima ni las circunstancias del incidente.
Las entradas y salidas de Black Rock City, donde se lleva a cabo el evento, fueron suspendidas. El aeropuerto también estaba cerrado.
Debido a las lluvias, se prohibió conducir por la ciudad de Black Rock hasta nuevo aviso, con la única excepción de los vehículos de emergencia. “Manténganse preparados para que el mal tiempo continúe toda esta noche y el sábado”, indicaron los organizadores.
Burning Man es un evento de expresión personal que culmina con la que quema de una efigie de 40 pies. La práctica se originó en 1986 con la quema de un “hombre” de madera en la playa de Baker Beach en San Francisco (California), y evolución como un evento anual que reúne a miles de personas en el desierto de Black Rock.
Se calcula que 70,000 personas han asistido este año al festival, que empezó el 27 de agosto y debía finalizar el 4 de septiembre.
La fiesta en todo caso parece haber acabado, con los organizadores centrados en desalojar a los asistentes de forma segura. “La mayoría de operaciones del festival se han detenido o están notablemente retrasadas”, dijo la Ofina del Sheriff. En un inicio se había prohibido la entrada a la zona aunque no la salida, pero el sábado por la noche los organizadores recomendaron buscar refugio. “Algunos vehículos han podido salir de la Playa, pero han causado daños a la superficie, por lo que no se recomienda [circular] en este momento”, dijo la Oficina del Sheriff, respaldando el aviso de los organizadores.
Las fuertes lluvias que afectaron a Nevada el viernes provocaron una amenaza de inundaciones repentinas que aumentó durante el fin de semana de Labor Day a medida que la tormenta avanzaba y se nutría de la humedad tropical monzónica, según informó el Servicio Meteorológico Nacional.
“Esto causará múltiples rondas de aguaceros y tormentas eléctricas que traerán fuertes lluvias al norte y centro del estado”, agregó la agencia. El aviso por inundaciones repentinas seguirá en efecto en la región hasta el lunes por la mañana. Durante la noche, Black Rock City tuvo casi una pulgada de lluvia, según los organizadores.
“Se pronostica más lluvia para los próximos días, lo que podría provocar más retrasos y trastornos para los participantes que intentan abandonar el festival así como para las operaciones en el festival”, dijo la Oficina del Sheriff. Agregó que está llevando trailers con antenas de celular para mantener las comunicaciones, y prevé que se abra la señal de wifi a todos los asistentes.
En su “guía de supervivencia en la Playa mojada”, los organizadores dijeron que es posible y está permitido caminar hasta cinco millas hasta la carretera más cercana a Gerlach, y que ofrecerán autobuses para llegar a Reno (Nevada). Los hoteles en Gerlach están llenos, dijeron, desaconsejando hacer la caminata durante la noche.
La quema de la efigie icónica del festival, prevista para el sábado, ha sido aplazada: “Estamos dedicados a tiempo completo a todos los aspectos de seguridad, y preparar el éxodo es nuestra prioridad”.
Asistentes al festival publicaron este sábado fotos y videos que les muestran caminando y festejando en el barro que rodeaba las tiendas de acampada. En 2019 el Buró federal de Administración de Tierras fijó el aforo máximo del festival en 80,000 personas dentro de su permiso especial de 10 años a los organizadores, explicando que era la cifra máxima que podrían gestionar los equipos de emergencia en el área de 3,900 acres en que se celebra el evento.