Varios centenares de personas protestaron este sábado en Homestead contra la ley migratoria SB1718, que entró en vigor este 1 de julio en Florida, y para defender la contribución de los inmigrantes a la cultura y la economía de este estado.
Más de medio millar de personas, de todas las edades y en su mayoría mexicanos y centroamericanos que trabajan en los campos de cultivo y sus familias, se congregaron con banderas y carteles alusivos a una ley estatal que es considerada la más dura contra la inmigración.
Después de escuchar a diversos dirigentes comunitarios y religiosos y presenciar la actuación de grupos folclóricos, los participantes iniciaron una marcha por la ciudad, una de las muchas de Florida en las que este sábado se escuchó a los inmigrantes pedir que se frene la vigencia de la ley y se protejan sus derechos.
“Sin los sin papeles como los trabajadores del campo y todos los otros que hacen los trabajos duros, la Florida se cae”, dijo a EFE Antonia Catalán, una activista mexicana de la organización Soy Poderosa, que ayuda a las mujeres inmigrantes en el sur del estado.
Catalán, que también criticó las restricciones al aborto legal y otras leyes promovidas ir el gobernador Ron DeSantis, estuvo desde temprano en la plaza donde se hizo la concentración con el lema “Libertad para todos”.