La inflación en EE.UU. está exacerbando las dificultades de los latinos para acceder a alimentos saludables. Por este motivo, se están reduciendo las posibilidades de mantener sano el corazón, un problema que se agrava entre los latinos al ser un grupo muy afectado por la obesidad y el sobrepeso.
El cardiólogo Carlos González-Lengua, del grupo Cleveland Clinic, indicó que el encarecimiento de los alimentos afecta “claramente” la salud pública en un país. Según la última encuesta anual realizada por el grupo, un 45% de los estadounidenses dice comprar comida rápida por lo menos una vez a la semana. Así también, se muestra que más de dos tercios (70%) preparan comida en casa al menos cuatro veces por semana.
En el caso de los latinos, el porcentaje de los que consumen comida rápida por lo menos una vez a la semana sube al 51%. El sondeo fue realizado en línea a un millar de personas mayores de 18 años. Estudio tuvo submuestras específicas para latinos, asiáticos y afroamericanos y un nivel de error de más/menos 3 puntos.
Para un 46% de los estadounidenses el mayor obstáculo para una alimentación saludable es el costo de los alimentos que son beneficiosos para la salud. Además, también se cita la falta de tiempo (23%) o no saber cocinar esos platos (20%).
Entre los latinos las cosas están peor: un 50% dice que los precios elevados son su principal barrera para acceder a una alimentación sana. Asimismo, un 30% apunta a la falta de tiempo para acceder a ese tipo de comida.