Piquetes, series y películas reprogramadas e incluso estrellas de Hollywood abandonando estrenos: la huelga del Sindicato de Actores de EE.UU. ya causa estragos en una industria que podría sufrir pérdidas cifradas en miles de millones de dólares.
El distanciamiento entre el colectivo de intérpretes y la Alianza de Productores de Cine y Televisión por la firma de un nuevo convenio colectivo que los vincule durante los próximos tres años se ha tornado en un enquistado conflicto de intereses cuya resolución es una incógnita para los expertos en el sector del entretenimiento.
La jornada inicial de esta huelga, la primera que se realiza de forma simultánea junto al Sindicato de Guionistas en 63 años, se desarrolló este viernes ante las oficinas de grandes conglomerados Disney o gigantes del “streaming” como Netflix o HBO.
Después de cuatro semanas de negociaciones con una prórroga adicional incluida, SAG-AFTRA fue incapaz de acordar un nuevo contrato que satisficiera sus demandas de apostar por un modelo regulado en el uso de la inteligencia artificial (IA) en Hollywood, aumentar notablemente sus derechos residuales e incrementar su salario mínimo general un 11 %.