Florida, un estado de EE.UU. con un 20% de inmigrantes, implementará una ley migratoria a partir del 1 de julio.
La ley ha sido criticada por deshumanizar a los inmigrantes indocumentados y perjudicar la economía local.
La ley busca crear una frontera falsa entre Florida y el resto de EE.UU., criminalizar a los inmigrantes y sus familias y amigos, y ha sido acelerada sin tener en cuenta enmiendas críticas.
La ley ha sido criticada también por afectar la escasez de mano de obra en sectores clave como la construcción, la hospitalidad, la atención médica y la agricultura.
Los puntos clave de la ley son el uso de E-verify para determinar el estatus migratorio al contratar trabajadores, la recopilación de datos sobre el estado migratorio de los pacientes, la prohibición de financiar programas de identificación a migrantes, y la eliminación de exenciones de cuotas de matrícula para estudiantes inmigrantes indocumentados.
La ley ha sido promovida por el gobernador Ron DeSantis, quien ha hecho de la inmigración irregular su caballo de batalla electoral y es candidato a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2024.