Darryl B. Barwick, de 56 años, será ejecutado por inyección letal este miércoles en Florida, EE.UU., por el asesinato de Rebecca Wendt en 1986.
Los abogados de Barwick apelaron alegando que padece una enfermedad mental crónica y discapacidad intelectual, pero la Corte Suprema de Florida rechazó lael pedido. La apelación a la Corte Suprema de EE.UU. aún no ha sido pronunciada.
Desde 1976, se han ejecutado 101 personas en Florida.
El gobernador DeSantis ha promovido un cambio legal para no requerir un veredicto unánime del jurado para condenar a muerte.
Hasta la fecha, tres condenados a muerte han sido ejecutados este año en Florida, incluyendo a Barwick.
La Conferencia de Obispos Católicos de Florida ha pedido la conmutación de la sentencia a cadena perpetua sin libertad condicional y ha instado a los católicos a orar por las víctimas y el ejecutado.