Estados Unidos experimentó un acercamiento a la idea de una sanidad universal gratuita debido a la pandemia de COVID-19, pero este sueño llega a su fin con el fin de la emergencia sanitaria.
A medida que se van terminando los programas sociales y sanitarios implementados durante la pandemia, el gobierno de Joe Biden ha marcado el 11 de mayo como el día oficial de despedida.
Esto implica el fin de medidas como la simplificación del acceso a Medicaid, pruebas, vacunas y tratamientos gratuitos para el COVID-19.
Aunque Estados Unidos todavía está lejos de tener un sistema de salud público gratuito como otros países, durante los últimos tres años, aquellos afectados por el COVID-19 pudieron recibir atención médica sin temor a arruinarse económicamente.
Sin embargo, con el fin de la emergencia, aproximadamente 17 millones de personas podrían perder su cobertura médica en los próximos meses.
Aunque este acercamiento a la atención médica universal fue temporal, representó un ideal único en el país.