Estados Unidos expresó su preocupación por la escalada de violencia en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, instando a todas las partes a evitar una mayor escalada.
“Con respecto a la violencia en la mezquita de Al Aqsa, estamos extremadamente preocupados por la continuación de la violencia y urgimos a todas las partes a evitar una mayor escalada”, afirmó en declaraciones a la prensa John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Los enfrentamientos se desencadenaron cuando grupos de fieles musulmanes que querían pasar la noche dentro de la mezquita se enfrentaron con la policía israelí que los desalojaron a la fuerza.
La Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, está reservada exclusivamente al culto de musulmanes según el “statu quo” vigente desde 1967, cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén.
La tensión se produce en el contexto de los disturbios que se están produciendo en la ciudad en las últimas semanas, incluida la expulsión forzada de familias palestinas de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah.
Varios países, incluidos Turquía, Marruecos, Egipto y Arabia Saudí, también han condenado los enfrentamientos, mientras que Jordania convocó una reunión extraordinaria de la Liga Árabe.