El martes, Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, afirmó que Irán no tendrá un acceso “directo” a los miles de millones de dólares descongelados en virtud de un acuerdo bilateral para liberar a cinco prisioneros estadounidenses.
Blinken subrayó que los fondos, estimados en 6.000 millones de dólares, solo podrán utilizarse para fines “estrictamente humanitarios” y estarán bajo supervisión significativa por parte de Estados Unidos. Esta afirmación contradice la posición oficial del régimen iraní, que sostiene que los recursos se destinarán a las necesidades del país según lo decidan las autoridades competentes.
La liberación de fondos, provenientes de deudas por la compra de gas y depositados en bancos en Corea del Sur, es parte de un plan para liberar a cinco ciudadanos estadounidenses detenidos en Irán: Siamak Namazi, Emad Shargi, Morad Tahbaz y dos otras personas sin identificar.