Casi 2.000 trabajadores de Amazon fueron convocados para una huelga para exigir más flexibilidad en el trabajo remoto y un mayor compromiso con el impacto climático.
Los organizadores de la huelga anunciaron que 1.922 empleados participan en la protesta, con 913 de ellos trabajando en la sede de la empresa en Seattle.
La huelga se lleva a cabo frente al gran edificio de cristal donde trabajan alrededor de 55.000 personas.
Los empleados solicitan flexibilidad en cómo y dónde trabajan después de que la empresa ordenara a los empleados corporativos regresar a la oficina al menos tres días a la semana.
Además, piden que Amazon priorice su impacto climático en la toma de decisiones.
Los activistas afirman que Amazon ha subestimado su huella de carbono y ha perjudicado a las comunidades de color.
Aunque Amazon ha establecido objetivos climáticos, los activistas exigen mayores compromisos, como entregas con cero emisiones para 2030.