Las compañías comienzan a preparase para un domingo ocupado, ya que esperan que más gente se quede en casa y solicite servicios de entrega a domicilio
La división Frito-Lay de PepsiCo, por ejemplo, estaba haciendo un poco más de comida de lo que hizo el año pasado durante el mismo periodo, este año han fabricado casi 70 millones de libras suficientes para llenar 7,000 camiones ya que prevén un aumento en compra de botanas.
Hace un año, en el Super Bowl, nadie sabía lo que nos esperaba. Por eso, después de comenzada oficialmente la cuarentena debido a la emergencia sanitaria, mucha gente hacía memes remarcando que “Enero había durado seis meses” porque sabía muy bien lo que vendría gracias al Covid-19.
Este año tendremos que seguir guardando ‘la sana distancia’ pero eso no impedirá que muchos celebremos en casa, con bocadillos, botanas y comida rápida que tanto nos gusta para acompañar la emoción de estos eventos.
“El Super Bowl es una noche enorme para nosotros, la más grande del año”, dice Lyle Tick, presidenta de Buffalo Wild Wings.
El año pasado la cadena de estos restaurantes vendió 11 millones de alitas el domingo de Super Bowl. Este año esperan alcanzar la misma meta o superarla, inclusive con sus 1,200 restaurantes que enfrentan diversas restricciones debido a la pandemia.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos están haciendo un llamada para evitar que grandes grupos de gente se reúna en casas particulares y que solamente se festeje con aquellos que vivan en el mismo lugar.
Mientras que el domingo puede ser un poco menos animado en casa sin una multitud estridente, las compañías de aperitivos y servicios de entrega esperan que las circunstancias socialmente distantes sean una bendición para sus ventas.