El primer debate republicano de cara a las presidenciales del 2024 ya tiene fecha: será el 23 de agosto y, de ser necesario, podría ser seguido por un segundo careo el 24 del mismo mes, anunció el Comité Nacional Republicano (NRC, por sus siglas en inglés).
El RNC también detalló los criterios que se utilizarán para que los candidatos califiquen a la etapa de debate, incluida la promesa de apoyar al eventual candidato republicano a la presidencia. Ese requisito llevaría a que algunos aspirantes se salten este primer encuentro, incluyendo el expresidente Donald Trump, quien no se ha comprometido a apoyar al nominado si él no es el elegido en las primarias.
Trump también ha cuestionado su participación en el careo porque por el momento goza de una ventaja en las encuestas sobre las primarias del Partido Republicano.
El evento será en Milwaukee, Wisconsin, que también albergará la convención del partido el próximo año. Es un guiño a la importancia que ha ganado ese estado péndulo, que probablemente sea una vez más clave para una victoria presidencial en 2024.
“RNC se compromete a llevar a cabo un proceso justo, neutral y transparente, y los criterios de calificación establecidos pondrán a nuestro partido y al eventual candidato en la mejor posición para recuperar la Casa Blanca en noviembre de 2024”, dijo su presidenta, Ronna McDaniel.
Ha ido creciendo la lista de aspirantes a enfrentar al presidente Joe Biden (por ahora el único candidato demócrata) el próximo año. Además de Trump están el gobernador de Florida, Ron DeSantis, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, el senador de Carolina del Sur Tim Scott, el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el empresario Vivek Ramaswamy. Se da por descontado que se le sumen el exvicepresidente Mike Pence, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum.
El escenario del debate puede proporcionar a algunos aspirantes su mayor plataforma ante la audiencia hasta ahora. Pero también los puede hacer tropezar.