El Pentágono anunció este miércoles nuevas medidas para reforzar el control sobre el acceso a su información de inteligencia en respuesta a la filtración de documentos protagonizada el pasado abril por un joven de 21 años, Jack Teixeira, que pertenecía a un cuerpo militar en la reserva.
La revisión efectuada tras lo sucedido determinó que aunque “la gran mayoría” del personal del Departamento de Defensa con acceso a ese tipo de información cumple con las políticas y procedimientos de seguridad establecidos, hay áreas donde se puede mejorar la seguridad y la rendición de cuentas.
Con base en esas conclusiones, según el documento publicado hoy, Defensa actuará a corto y mediano plazo para reforzar las políticas y prácticas existentes y su cumplimiento.
Se revisarán y actualizarán por ejemplo esos procedimientos para reducir cualquier ambigüedad y garantizar su coherencia, y se desarrollarán e implementarán nuevas políticas para abordar cualquier brecha identificada.
También se mejorarán los procesos que autorizan el acceso a esos datos o se contemplarán posibles modificaciones en la formación del personal para evaluar la eficacia de ese proceso y adaptarla.
El Departamento dijo ser consciente de la necesidad de alcanzar un equilibrio entre la seguridad y el hecho de que “la información adecuada llegue a la gente pertinente en el momento justo”.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, admitió en las conclusiones facilitadas por el Pentágono que su Departamento se apoya en “una cultura de confianza y de rendición de cuentas” de aquellos que tienen acceso a información clasificada de seguridad nacional.
Teixeira, detenido el 13 de abril y acusado de transmisión de información de defensa nacional y extracción de información clasificada, accedió a los documentos en la base de la Guardia Nacional donde trabajaba, se los llevó a su casa y los colgó en Discord, una plataforma popular entre aficionados a los videojuegos.