Estados Unidos impone sanciones económicas a quienes obstaculan el proceso de paz en Sudán. Las medidas incluyen restricciones de visa y alertas sobre los riesgos de hacer negocios en el país.
Tanto las Fuerzas Armadas como las Fuerzas de Apoyo Rápido de Sudán son señaladas como responsables de perpetuar la violencia.
La falta de cumplimiento del alto al fuego aumenta la preocupación por un conflicto prolongado y sufrimiento generalizado. La violencia continua obstaculiza la entrega de ayuda humanitaria.
El Ejército de Sudán suspende las conversaciones con las Fuerzas de Apoyo Rápido debido a la falta de adhesión a las treguas acordadas. Las pausas alcanzadas previamente no han sido respetadas por ambas partes.
El conflicto ha causado numerosas víctimas, desplazamientos internos y externos. Estados Unidos continuará apoyando al pueblo sudanés en su demanda de una transición a la democracia y responsabilizando a las partes por su violencia y desafío a la voluntad del pueblo.