La agencia de tránsito de Los Ángeles, California, declaró una emergencia de seguridad pública después de una serie de ataques violentos en el sistema de transporte público de la ciudad. Esta decisión se produce después del espantoso asesinato de una mujer en el tren y una escalada en los ataques a conductores de autobuses.
Fue el pasado lunes por la mañana cuando la nicaragüense Mirna Soza Arauz recibió una apuñalada letal en el metro por parte de otro pasajero. Al bajar en la estación en Lankershim Boulevard, se desplomó en el suelo y posteriormente falleció a sus 66 años. La noticia sacudió a todo el condado.
A este terrible crimen hay que sumarle que las agresiones a los choferes han aumentado significativamente con el pasar de los años, con un preocupante incremento de 92 ataques en el 2019 a 160 en el 2023, una tendencia que sigue creciendo.
La Junta Directiva de Metro ha tomado medidas inmediatas para abordar esta crisis, adoptando por unanimidad la recomendación de adquirir barreras de seguridad para cientos de autobuses que circulen por las calles de la Gran Naranja.
Además, se están explorando posibles soluciones adicionales para reforzar la seguridad pública en el sistema de transporte, desde la instalación de cámaras de seguridad dentro de los vehículos hasta tecnología de reconocimiento facial para identificar a cada uno de los pasajeros.
Ante esta problemática, la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, presentó una moción para explorar soluciones rápidas que garanticen la seguridad de los usuarios y operadores del transporte público.