La cadena de farmacias estadounidense CVS Health anunció este jueves que planea cerrar 900 establecimientos, como parte de una revisión de su negocio minorista.
CVS indicó en un comunicado que ha estado “evaluando los cambios en la población, los patrones de compra de los consumidores y las futuras necesidades de salud para asegurar que tiene el tipo adecuado de tiendas en las localizaciones adecuadas”.
Asimismo, planea reducir la “densidad” de sus establecimientos en algunos puntos del EE.UU., por lo que cerrará 300 tiendas anualmente durante los tres próximos años, empezando en la primavera de 2022.
La medida le costará hasta $1.200 millones, que quedarán registrados en sus resultados del cuarto trimestre, y aseguró que dará apoyo a los empleados afectados ofreciéndoles puestos en otros lugares o “diferentes oportunidades” laborales.
Su objetivo es crear un “nuevo formato de tienda” que sirva como “destino” comunitario, con servicios de atención primaria, productos dirigidos a “necesidades de bienestar” y espacios de farmacias “tradicionales” a las que se puedan llevar las recetas médicas.