El presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo ruso Vladimir Putin abrieron este miércoles con un apretón de manos su esperada cumbre de Ginebra, destinada a rebajar las tensiones entre ambos países y hallar algunos puntos de acuerdo.
Los dos responsables llegaron con minutos de diferencia a la Villa La Grange, un magnífico edificio del siglo XVIII ubicado en el corazón de la ciudad suiza, y fueron recibidos por el presidente suizo Guy Parmelin, que les deseó suerte en esta reunión que se prevé complicada.
Biden tomó la iniciativa y tendió la mano a Putin. “Siempre es mejor verse cara a cara”, dijo el mandatario estadounidense al inicio de esta cumbre, la primera con el líder ruso desde que llegó a la Casa Blanca en enero.
El encuentro prevé primero una reunión en formato reducido que incluye a Biden, Putin y los jefes de la diplomacia estadounidense y rusa, Antony Blinken y Serguéi Lavrov. Luego habrá una sesión de trabajo más amplia.