La Corte Suprema de Estados Unidos acordó el lunes aceptar una apelación del gobierno del presidente Joe Biden sobre la regulación de las armas de fuego de difícil rastreo que había sido anulada por tribunales inferiores.
Los jueces, por 5 votos a favor y 4 en contra, habían intervenido previamente para mantener el reglamento vigente durante la disputa legal. Las llamadas armas fantasma, que carecen de números de serie, han aparecido en escenas del crimen con una regularidad cada vez mayor.
La regulación, que entró en vigor en 2022, cambió la definición de arma de fuego según la ley federal para incluir piezas sin terminar, como el marco de una pistola o el receptor de un arma larga, para que puedan rastrearse más fácilmente. Esas piezas deben tener licencia e incluir números de serie. Los fabricantes también deben verificar antecedentes antes de una venta, como lo hacen con otras armas de fuego fabricadas comercialmente.
El requisito se aplica independientemente de cómo se fabricó el arma, lo que significa que incluye pistolas fantasma fabricadas a partir de piezas o kits individuales o mediante impresoras 3D. La norma no prohíbe a las personas comprar un kit o cualquier tipo de arma de fuego.