Un Kennedy, Robert F. Kennedy Jr (RFK Jr.) puede ser clave para decidir quién ganará las elecciones presidenciales de Estados Unidos y, para temor de los demócratas, todo apunta a que la intervención de la oveja negra de la conocida dinastía política estadounidense podría favorecer al precandidato republicano Donald Trump.
RFK Jr. inicialmente anunció su intención de competir contra Biden en las primarias demócratas, pero en octubre del año pasado dio la sorpresa al proclamar que se presentaba a los comicios de noviembre como candidato independiente, abriendo así una vía alternativa a los partidos demócrata y republicano.
El nombre del hijo de Robert F. Kennedy, y sobrino del presidente John F. Kennedy (ambos asesinados en la década de los años 60), se une a otros ya en la carrera como la candidata del Partido Verde, Jill Stein, y el intelectual de izquierdas Cornel West, quienes anunciaron sus candidaturas a finales del año pasado.
Y, aunque ninguno de estos políticos tiene la más mínima posibilidad de arrancar la Presidencia de Estados Unidos a demócratas o republicanos, su simple presencia en las papeletas puede causar un daño irreparable a uno de los dos grandes partidos.
Es lo que sucedió en las elecciones de 2016, cuando Stein consiguió 1,4 millones de votos como candidata ecologista, lo que muchos demócratas creen causó que la entonces aspirante demócrata, Hillary Clinton, perdiese la Presidencia en detrimento de Trump, quien acabó gobernando entre 2017 y 2021.