La ola de calor que azota el sur de EE.UU. mantiene bajo alerta a uno de cada cuatro ciudadanos en el país, mientras que en el noreste cerca de 40 millones de personas se enfrentan a un riesgo moderado de fuertes lluvias e incluso inundaciones.
Desde el sur de Florida, en la costa sureste, hasta el suroeste del país, 80 millones de estadounidenses estaban este domingo bajo esa alerta del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés), según el cual la situación de bochorno se va a prolongar a lo largo de la semana.
Las temperaturas se van a acercar a máximos de entre 37,7 y 43,3 grados Celsius en el interior de California, y de hasta 46,1 grados Celsius en el desierto del sur de ese estado, así como en el sur de Nevada y de Arizona.
La web Heat.gov, lanzada por la Administración del presidente Joe Biden para informar a la población sobre los riesgos asociados al calor extremo, había previsto ya el viernes que esa ola de altas temperaturas iba a ser “extremadamente peligrosa” en el suroeste el fin de semana y se iba a expandir hacia el este después.