Los votantes en las primarias demócratas del próximo martes en Nuevo Hampshire, en el noroeste de Estados Unidos, se encontrarán con una lista de 21 candidatos, entre los que hay un artista no binario y un comediante con una bota en la cabeza, pero no el principal aspirante: el presidente Joe Biden
Esta situación inusual es resultado de una mezcla de luchas internas y tecnicismos legales, que han resultado en una campaña confusa y el temor de un resultado pobre para el mandatario en unas primarias, las primeras del año, con gran atención mediática.
Durante más de 100 años, Nuevo Hampshire ha sido el primer estado en celebrar las elecciones primarias en EE.UU., una tradición que en 1975 pasó a estar inscrita en la ley local.
Esta vez, a petición de Biden, la dirección del Partido Demócrata alteró el calendario electoral, iniciando la temporada de consultas internas en Carolina del Sur, que tiene más diversidad demográfica en comparación con Nuevo Hampshire, donde más del 90 % de la población es blanca.
Pero las autoridades estatales de Nuevo Hampshire, obligadas por la ley, mantuvieron la fecha que tenían propuesta y siguieron adelante con las primarias.
Como resultado, el nombre de Biden no figurará en la papeleta, algo muy extraño, dado que al ser presidente tiene prácticamente asegurada su nominación.
El Partido Demócrata anunció que no reconocerá los resultados y tildó los comicios de “insignificantes”.