El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dedicó la tarde a engrasar los motores de su campaña electoral con un recorrido con marcado mensaje económico por varios pequeños negocios en Pensilvania, uno de los estados que decidirá la Casa Blanca.
Biden estuvo en Allentown, a poco más de una hora en automóvil de su Scranton natal, donde visitó una tienda de ropa deportiva, otra de bicicletas y una cafetería, un paseo en el que saludó, conversó, bromeó y se tomó fotos con los dueños, empleados y clientes.
En la cafetería, Joe Biden pidió un batido de mango, que pagó en efectivo. El presidente estuvo acompañado del gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro.
En breves declaraciones a los periodistas durante el trayecto, Biden consideró un éxito el ataque de este jueves contra los hutíes en Yemen y estimó que “envió un mensaje a Irán”, país que apoya a esos rebeldes.
Después de pasar por estos negocios, se dirigió a la nueva Academia de Bomberos de Allentown, que fue financiada en parte con el dinero de los programas públicos de Biden.