La nueva medida llega cuando la discusión sobre el aborto vive un nuevo capítulo en el país tras la aprobación de una ley en Texas que prohíbe esa intervención a las seis semanas de gestación.
La Administración del presidente Joe Biden dio marcha atrás a una norma de su antecesor, Donald Trump, que prohibía destinar fondos públicos a las clínicas de planificación familiar que desviaran los procedimientos de aborto a otros especialistas.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) informó en un comunicado que emitió una norma final que entrará en vigor el próximo 8 de noviembre y pretende fortalecer el programa conocido como “Título X”, que destina financiación federal para la planificación familiar y los servicios de salud preventiva.
Ese programa no permite pagar con fondos públicos los procedimientos para acabar con el embarazo, pero la medida aprobada por el anterior Gobierno impedía incluso que los centros financiados con esos recursos remitieran a sus pacientes a otros lugares para practicarse un aborto.