Solomon Byron no sabía que el estruendo que sintió este viernes cuando estaba sentado en una banca en Manhattan, en Nueva York, había sido un terremoto de magnitud 4.8 hasta que recibió la alerta de emergencia en su celular, pero el aviso le llegó en cualquier caso a Byron y otros millones de residentes de la ciudad casi media hora después de que se produjera el temblor a las 10:30 de la mañana.
Luego le llegó la alerta que decía: “Un terremoto de magnitud 4.7 ha ocurrido en el área de la ciudad de Nueva York. Se recomienda que los residentes permanezcan en interiores y llamen al 911 si resultan heridos”.
Pese a que en este caso no se reportaron muertos, heridos o daños, las alertas de este tipo son vitales para que la población busque refugio o permanezca a salvo ante un desastre inminente.
Algunos oficiales locales criticaron en redes sociales lo tardío de la alerta. El concejal Shaun Abreu, que representa Upper Manhattan, escribió en X que no sabía si estaba “más sorprendido por el sismo o por la alerta de emergencia con 39 minutos de retraso que acaba de llegar”.
Justin Brannan, concejal por el sur de Brooklyn, dijo con sarcasmo: “Sí, cariño, lo sabemos” junto a una imagen del mensaje de alerta.
Las autoridades locales aseguraron que reaccionaron tan pronto como fue posible y que continuaban mandando instrucciones a los residentes sobre qué hacer durante y después de un terremoto y en caso de réplicas. En la rueda de prensa que sostuvieron al mediodía las autoridades de Nueva York aún se escuchaban las alertas que seguían enviándose a los celulares.
“Creo que 20 minutos para el objetivo es bastante rápido para notificaciones públicas”, dijo Zach Iscol, comisionado de la División de Emergencias de la ciudad, y añadió que “hay mucho trabajo que debemos hacer para asegurarnos que obtenemos confirmación del Instituto Geológico de que en realidad esto fue un sismo, porque hay muchas cosas que puede provocar que un edificio se sacuda”.