El alcalde de Denver, Michael Hancock, urgió ayuda del gobierno federal y a la Arquidiócesis local para responder a la creciente crisis por la masiva llegada de inmigrantes a esta ciudad, que ya agotó los recursos municipales disponibles.
El demócrata recordó que desde el pasado 9 de diciembre han llegado a la capital de Colorado más de 3.000 migrantes procedentes de la frontera con México, la mayoría de ellos de origen venezolano.
Desde entonces, Denver destinó más de 1 millón de dólares para alojar, alimentar y ofrecer servicios médicos a los recién llegados, y esa cifra se podría triplicar en los próximos dos meses.