Reino Unido consiguió este martes un doble éxito en los 200 metros libres masculinos, mientras que los nadadores rusos pusieron fin al dominio de Estados Unidos en los 100 metros espalda y Kaylee McKeown dio a las mujeres australianas un nuevo oro olímpico en la piscina de Tokio.
El británico Tom Dean ganó el oro y su compañero de equipo Duncan Scott la plata en los 200 libres, dejando atrás a sus rivales. El brasileño Fernando Scheffer se llevó el bronce. Fue el segundo oro de la natación británica tras la victoria de Adam Peaty en los 100 metros braza el lunes.
Era la primera vez desde 1908 que dos nadadores británicos subían juntos al podio olímpico.
En los 100 espalda masculinos, prueba ganada por los nadadores estadounidenses en los últimos seis Juegos, Evgeny Rylov y Kliment Kolesnikov subieron a lo más alto del podio, mientras que el campeón de Río, el estadounidense Ryan Murphy, fue tercero.
Los hombres rusos no ganaban un oro en natación desde 1996, cuando Alexander Popov y Denis Pankratov subieron al podio en dos ocasiones.
Aunque los dos no presenciaron el izado de la bandera tricolor del país al recibir sus medallas, y estaban vestidos con una equipación sin el símbolo nacional, las formalidades tuvieron poco impacto en Rylov.
Por otro lado, McKeown protagonizó una impresionante remontada en los 100 espalda femeninos para superar a la canadiense Kylie Masse y sumarse al oro de Ariarne Titmus en los 400 metros libres del lunes, así como al oro por equipos en el relevo 4×100 libres.
El tiempo de McKeown, de 20 años, se quedó a dos centésimas del récord mundial que estableció en las pruebas australianas de junio.
Es casi seguro que McKeown no habría podido competir en Tokio si los Juegos se hubieran celebrado en la fecha prevista el año pasado, ya que su padre luchaba contra un cáncer cerebral. Murió en agosto.
McKeown forma parte de una impresionante generación de nadadoras australianas y es la última en ver cumplido su objetivo dorado.
En otra carrera que se decidió en el último momento, Lydia Jacoby, de Estados Unidos, ganó el oro en los 100 metros braza femeninos. La joven de 17 años de Alaska terminó en 1:04.95, 0,27 segundos por delante de Tatjana Schoenmaker, de Sudáfrica.
La compañera de equipo de Jacoby, Lilly King, que ganó la prueba en Río en 2016, se llevó el bronce.
Jacoby es la primera persona de Alaska que representa al equipo de natación de Estados Unidos.