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En el deporte norteamericano hay cientos de historias que hablan de superdotados en varias disciplinas que llegado el momento deben elegir una.
Son muy conocidos, por ejemplo, los casos de LeBron James y Allen Iverson con respecto al fútbol americano. Lo que no es tan usual es que un jugador ya profesional trate de dar marcha atrás y cambiar de deporte en el transcurso de su carrera. Durante semanas este fue el pensamiento que rondó la cabeza de Dennis Smith Jr., cansado de no recibir ofertas de ninguna franquicia NBA hasta que Charlotte se cruzó en su camino.
El escolta admitía recientemente lo cerca que estuvo de probar suerte en la NFL. «Le dije a mi anterior agente que no iba a jugar en el extranjero. Si esto no funciona probaré en la NFL. Estaba totalmente en serio y gané mucho peso [con ello en mente]».
Su plan era presentarse a las franquicias como defensive back, pero no llegó a hacerlo porque un viejo conocido se cruzó en su camino. Nick Frieman, actual asistente en los Hornets, trabajó con Dennis en 2017 durante su proceso previo al draft. Él fue quien le consiguió una oportunidad con los Hornets que se ha terminado convirtiendo en su actual contrato.
En cinco años Smith Jr. ha pasado por cinco equipos. Pero estuvo a punto de dejar de contar en cuatro. «La gente trataba de darme por acabado. Había jugadores mucho mayores que yo que recibían su oportunidad. Yo seguía confiando en mí mismo» asegura el jugador. Con cuatro partidos ya disputados Dennis promedia 13,5 puntos, 6,3 asistencias y 2,3 robos en 28,5 minutos por noche y con magníficos porcentajes.
Steve Clifford ya ha echado un capote sobre el actual estado de forma de su jugador, que parece haber dejado atrás un momento de incertidumbre. «Ha sido una montaña rusa» dice sobre su carrera. «No me cambio por nadie. Lo que he vivido me ha cambiado en muchos aspectos y estoy agradecido por ello».
