En el mundo del fútbol se conocen muchas historias pintorescas y esta es una de ellas. En la Segunda división del futbol chino, la China Ligue One, el Zibo Cuju estuvo en medio de la polémica luego de que el dueño obligó al entrenador a alinear a su hijo.
He-Shihua es un empresario que quiere exprimir su inversión en el club al máximo y por ello no solo ha obligado a que su hijo juegue, sino que él también ha disputado algunos encuentros con la camiseta ’10’.
Más que lo segundo, fue lo primero lo que llamó la atención, ya que el engreído del magnate pesa nada menos que 126 kilos, por lo cual no presenta las condiciones óptimas físicamente para competir a nivel profesional. Este hecho fue, justamente, el que atrajo la atención de la prensa a nivel mundial.
El próximo jueves, el Zibo enfrentará al Hangzhou Greentown, segundo de su grupo. Los medios se encuentran a la expectativa, ya que no se sabe si esta vez el club sorprenderá con alguna novedad de igual magnitud o si por fin comenzará a conseguir buenos resultados que le permitan salir al equipo de la última posición.