Era cuestión de tiempo y el campeonato ha caído finalmente esta noche en Udine.
Buscando el alirón. Tercer capítulo. Aunque tiene el Nápoles encarrilado el Scudetto casi desde enero, sus aficionados esperaban desde hace tiempo este esperadísimo alirón. 33 años después. Hoy era el Udinese quien recibía a los de Luciano Spalletti en un encuentro seguido por un Stadio Friuli lleno de camisetas visitantes (la reventa habrá sido jugosa). Y también con el Diego Maradona a reventar en espera de que los partenopeos lograran ese ansiado punto que les faltaba para desatar los festejos.
Y con un rival enfrente que no se juega ya nada y apenas tiene presión, Sandi Lovric anotaba el primero para los locales en el 13′. Diana que dejaba frío a un Nápoles que toda la temporada ha tenido grandes recursos para desatascar partidos. Pero a quien los nervios, pese a su once de gala, parecían atenazar. De forma que los napolitanos se marchaban al descanso incapaces de generar ocasiones claras para igualar el partido, ese ansiado empate que diera al fin el Scudetto.
En la segunda parte el Nápoles quiso salir desde el inicio a por el empate, sin medias tintas. Y en el 52′ el mejor de la temporada, Victor Osimhen, disparaba de primeras a un rechace tras un chut anterior de Khvicha Kvaratskhelia, para desatar el delirio en el Friuli, que parecía el Diego Maradona. Gol de liberación, de alegría desatada porque los partenopeos se vieron campeones ya tras esa diana. Y además pasaron a controlar el partido claramente.
Llegarían más ocasiones claras posteriormente pero sin poder concretar los líderes de la Serie A las mismas. Hasta que dio paso el partido a unos minutos de tregua entre ambos conjuntos. Un poco de biscotto para acabar el encuentro, pero que quedará en el olvido ya. Porque el Nápoles vuelve a reinar en Italia 33 años después. Desde la era Maradona no lograban el Scudetto en el sur de Italia y este jueves acaban de certificarlo tras una campaña sensacional de inicio a fin.
Un merecido ganador de este campeonato, el primero de las grandes ligas europeas esta temporada, que certifica en este 4 de mayo un hito histórico. Un equipo de ensueño, que ha jugado a las mil maravillas y que ha devuelto la alegría a una ciudad que a estas horas celebra en las calles por todo lo alto la gesta de sus héroes. De momento en el Stadio Friuli ha habido invasión de campo visitante para celebrar el Scudetto.